Retrovisión: Knight Lore, ejercicio de maestría

Sobre Knight Lore poco queda por decir. Lejano queda aquel 1984, año de su lanzamiento por parte de los hermanos Stamper a través del sello Ultimate, Play the Game. Sin duda, aquella fecha queda marcada en el calendario por su gran repercusión en el mundo del videojuego, iniciando un género donde podíamos movernos en tres dimensiones recorriendo innumerables habitaciones donde combinar la habilidad en nuestros movimientos y el ejercicio mental que requería la utilización de mágicos objetos. Aún así, lo mejor de Knight Lore fue la demostración de superioridad sobre todo lo que se había visto antes; los Stamper, creadores del juego, declararon que ya estaba acabado meses antes, pero que no lo habían lanzado porque el mercado no estaba preparado. Fue un momento irrepetible.

El argumento del videojuego nos hacía encarnar al explorador Sabreman, auténtico icono de la aventura de los ochenta y, por supuesto, amuleto fetiche de Ultimate. Tras Sabre Wulf y Underwurlde, nuestro héroe arrastraba un letal embrujo: se convertía en hombre lobo las noches de luna llena. Buscando una solución, llega hasta el portón del castillo Knight Lore, donde mora el mago Melkhior, la única persona que sabe la receta del antídoto para tan cruel enfermedad. Como todos los juegos de Ultimate, el background del programa se narraba en las instrucciones como si de una novela de misterio se tratase.

Una vez cargado el programa, empieza lo serio. Y lo cierto es que ver y jugar Knight Lore no tenía parangón en su tiempo. En el menú principal del juego, una misteriosa melodía nos introducía en el castillo de Knight Lore. Si pulsábamos el número cero, sonaba otra fanfarria de advertencia, como avisándonos del reto que íbamos a afrontar. Los primeros minutos de juego se convertían en un puro examen de adaptación a la novedosa perspectiva. Acostumbrados a las dos dimensiones, maravillaba comprobar el volumen de Sabreman y de los elementos del escenario.

Completada la adaptación y hechos a los controles de Sabreman, el jugador vagaba por las innumerables habitaciones del castillo -un total de 140-. Sabiamente interconectadas, cada habitación encerraba secretos que debíamos descubrir para solventarla con éxito y lograr cruzar la puerta que nos llevase a la siguiente. Bloques que desaparecen cuando saltamos sobre ellos, minas que caen del techo cuando menos se espera… El primer paso era experimentar cómo salir vivos de tales peligros. El segundo paso era la transformación en hombre lobo, proceso traumático de pocos segundos que nos dejaba vulnerable al ataque de los enemigos.

Tras completar la transformación, nuestro primer día como lobo revela un comportamiento hostil tanto de las criaturas como de las trampas preparadas en el castillo. Inteligente sobresalto el que te producía cierto mecanismo, consistente en una losa movida por una esfera. Todo va bien hasta que nos transformamos. En ese momento, la losa se aparta mágicamente y caemos en la esfera, cuyo toque es mortal. Esta dualidad de comportamientos nos exigía afinar nuestra estrategia en pos de recolectar los catorce ítems que componían la receta mágica del brujo.

En la habitación clave del juego habita Melkhior, que da vueltas en trance alrededor de un misterioso caldero. Del caldero salía una especie de espíritu que nos mostraba el siguiente objeto a introducir en la olla. La receta del éxito consistía en coger items, introducir el item correcto en el caldero y buscar el siguiente. Para completar la aventura teníamos 40 días con sus noches -lógicamente, el tiempo real era mucho menor-, lo cual influía en que fuéramos explorador o lobo en cada caso.

Knight Lore ofrecía un estilo gráfico muy especial. Apoyado en la innovadora técnica Filmation, desarrollada por la propia Ultimate, mostraba gráficos bien definidos sobre escenarios que ofrecían un detalle minimalista estremecedor, con una sabia utilización de la monocromía, cuyo color base iba cambiando según la habitación. El conjunto era muy superior a cualquier otro programa de la época. Ideas brillantes como ir variando la sala de inicio en cada partida que juguemos, hacía que poco a poco fuéramos conociendo el castillo por completo, algo que facilitaba una tarea que, en cualquier caso, resultaba muy complicada, gracias a la exigente precisión que requerían ciertos saltos.

El primer título que usaba la técnica Filmation fue el padre de muchos otros juegos de éxito, como Pentagram o Alien 8, de la misma Ultimate, o el genial Batman de Jon Ritman, que logró perfeccionar el Filmation. Knight Lore marcó un antes y un después, saltando al olimpo de los clásicos atemporales y logrando un hito sólo al alcance de muy pocos: hacer que muchos diseñadores de videojuegos lo tuvieran como un ejemplo a seguir. Ocupa un lugar de honor en mi particular Top 5 de todos los tiempos.

Nota: Devilish Games realizó un estupendo remake de Knight Lore para PC. Puedes bajarlo desde Computer Emuzone.

Publicado por

Pedja

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12 thoughts on “Retrovisión: Knight Lore, ejercicio de maestría”

  1. Muy buen artículo. Yo jugué al Knight Lore en un Amstrad CPC6128 y fue uno de los juegos que más me impresionó.

    Saludos

  2. Lo que más recuerdo del juego es lo terriblemente difícil que era. Nunca pude terminarlo.

    Asimismo, los sonidos de la transformación y de los saltos tampoco se olvidan.

  3. Pues, coincido contigo Arioch, el juego era de lo más díficil, pero com o bien ha escrito Pedja fue revolucionario gracias a la novedosa técnica en perpectiva, que después sirvió de modelo a muchos videojuegos, como por ejemplo el español » La Abadía del Crimen » de Paco Menéndez.

  4. Otro de lso grandes juegos de los 8 bits sin duda. Por cierto Pedja, que me estoy intentando registrar en PortalRetro y no me llega la contraseña, a ver si sabes que pasa. Salu2

  5. Uno de los más grandes de todos los tiempos. Tuvo tanto éxito que los hermanos Stamper estuvieron a punto de comprarse un Lamborghini.

    Por cierto, se rumorea que igual reaparecen de la mano de Miyamoto (se rumorea que llevan varios sábados haciendo botellón juntos). Y aunque lo diga en tono de broma, no lo es.

  6. Uno de los mas grandes juegos de todos los tiempos, Knight Lore solo fue igualado por… Knight Lore.

    No puedo darle una calificacion porque seria irrespetuoso, porque solo se puede calificar con un 10 lo brillante. Una joya de la informatica, que hoy en dia con tanta palangana de tecnologia te das cuenta que para llegar a ser lo que fue este juego les queda mucho camino por recorrer.

    Una joya al igual que los otros dos mejores juegos de todos los tiempos (que si hacen una carrera se chocan en la llegada) : Underwulde y Manic Miner. Y Sabrewulf por supuesto, y Atic Atac, Abu Simbel (el que lo jugo va a ser testigo de lo que digo que fue juego mas dificil que se haya creado, no lo veran jamas, no es tolerante a fallas), Army Moves, Knight Shade, Boulder Dash, Commando, Ghost and Goblins, Hero, Equinox (bueno este ya para muchos no), Dan Dare piloto del futuro -la 3 es el mejor de todos, ya con el spectrum en su irremediable camino al final-, Dinamite Dan, Cybernoid, y un jueguito de un hombre que batia cañones y objetos diversos (radares, misiles) en scroll horizontal de izquierda a derecha (buuuuuhhhh!!! los que no son de los ochenta van a decir en que idioma hablo) con presionar una tecla salia un pequeño misil que hacia parabolas y se escuchaba una detonacion magistral para la epoca, de la misma firma que hizo Cybernoid. Todo, al igual que el personaje, era de scroll horizontal, los enemigos venian en sentido contrario. Y como olvidarse de Crazy bugs, Androids, Pinball (la Timex Sinclair venia con cartuchos con estos juegos) y Budge.

    Que lindos recuerdos de mi vida, el cassette, el grabador pianito, el «Tape Loading Error», la victoria propia al ver que llego la carga al final, y de adivinar el tamaño de las rayitas a los costados (asi sabias cuando llegaban al final), el destornillador para variar las frecuencias de carga para caer en el mensajito que escribi arriba, ver los mismos juegos en Commodore en la casa de un amigo con el que jugabamos toda la tarde despues del cole, el otro «primo» que conoci, la Timex Sinclair 2068, la Tk 83 y 85 (se acuerdan de que habia que poner la maquina en FAST antes de arrancarla? y poner tambien el comando SLOW?). NO HABIA INTERNET SEÑORES Y NO LO HUBO JAMAS. Y LOS EXCEL Y WORD A PROGRAMARLOS UNO MISMO.

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